Y en la vestimenta, un caso de aplicación de las famosas carpetitas al crochet que hacían nuestras abuelas.
Como por ejemplo, mi abuela española, a quien estoy eternamente agradecida por haberme enseñado a tejer crochet cuando estábamos aburridas en las vacaciones de verano. Entonces se aprovechaba ese tiempo de días calurosos para aprender a bordar, a tejer ganchillo y en especial, para preparar el ajuar, manteles, sábanas, toallas, etc, minuciosamente decoradas porque se suponía que el destino único de la mujer era el matrimonio y la procreación.
Bien...era así... yo tengo un poco más de sesenta, me casé muy joven y tengo muchos hijos...
Claro que yo también aprovechaba para leer buena literatura, porque deporte...cero.
En fin, que televisión había pocas horas y muy elemental. El cine y el teatro, para de vez en cuando.
En cincuenta años hemos cambiado demasiado, no?
En Italia podemos encontrar eminencias del crochet que hacen talleres para enseñar o buscar otros usos de este tipo de tejido circular al crochet.
