viernes, 10 de octubre de 2008

El chal

Luciéndolo nadaste como una sirena mítica
o semejando una raya humana,
flotaste por los océanos
de la muchedumbre.

Y lo colgaste de tus hombros
para protegerte del rocío frío
en las noches de primavera.

Lo usaste para volar como un cóndor
por los cielos azules de tu imaginación.
Así cada prenda que tejo
te hace vivir muchas vidas diferentes
cuando la usas de diversas maneras
desatando la magia que habita en sus hilos.
...........................................................................

No hay comentarios: